Al-bustān, las fincas aristocráticas y la construcción de los paisajes periurbanos en Al-Andalus y Sicilia es un congreso internacional que se celebrará en Murcia y Granada (España) del 6 al 8 de octubre de 2022. Se trata de un evento que ha despertado un gran interés a nivel mundial y en el que se debatirá cómo las élites musulmanas contribuyeron a crear una parte importante del paisaje y de la cultura europea medieval.
El patio principal del palacio de Comares, en la Alhambra de Granada, también conocido como Patio de los Arrayanes o de la Alberca, es uno de los espacios más conocidos y admirados del conjunto palatino nazarí.
Texto y fotografías de Rafael Jiménez Álvarez, Profesor de Geografía e Historia
Introducción
Se podría decir que las ciudades son como los seres vivos, o como las civilizaciones, porque nacen, crecen, llegan a su plenitud y luego decaen. Córdoba tuvo su edad dorada en el siglo X, en plena época islámica, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del mundo. Entonces fue ejemplo a imitar por otros muchos reinos y ciudades, así como foco de atracción para quiénes querían conocer lo más excelso del conocimiento, la ciencia, el arte y la cultura.
Esta afirmación no está sustentada en el chovinismo o amor a lo local. Son numerosos los personajes de importancia, claramente neutrales, que han puesto de manifiesto la importancia de Córdoba en dicha época. El historiador estadounidense Stanley G. Payne nos dice que “En dimensiones, servicios, cultura y economía, la Córdoba del califato no tenía rivales en Europa occidental, y en Oriente solo Constantinopla podía parangonársele”. En la misma línea se manifiesta un personaje que vivió en aquella época, la monja alemana Roswita von Ganderheim que decía de Córdoba: “Joya brillante del mundo, ciudad nueva y magnífica, orgullosa de su fuerza, celebrada por sus delicias, resplandeciente por la plena posesión de todos los bienes”. Ya en el siglo IX, dentro de lo que podemos considerar el bando cristiano de la época, su papel tampoco queda menoscabado como lo ponen de manifiesto las siguientes palabras del mártir cristiano Eulogio: “Córdoba, en otro tiempo patricia, es hoy bajo las riendas de Abd al-Rahman la floreciente capital del reino árabe, exaltada hasta la cumbre misma de la gloria. La ha sublimado con honores y ha extendido su fama por doquier, la ha enriquecido sobremanera y la ha convertido en un paraíso terrenal”.
Las ciudades importantes irradian su influencia tanto por su forma, es decir, su extensión o la prestancia de sus edificios, como por las actividades que llevan a cabo quienes la habitan. A menudo han sido autores extranjeros los que han hecho hincapié en la importancia de la Córdoba islámica, mientras que muchos historiadores españoles la han minusvalorado, cuando no han tratado a la civilización hispanomusulmana como una especie de postizo; de paréntesis; de algo que no es nuestro. Baste hojear cualquier libro de texto de historia de España para comprobar que se habla de la conquista romana o del reino visigodo pasando de puntillas sobre la palabra invasión, que sin embargo es la más utilizada para referirse a los musulmanes. O constatar la abundante bibliografía de autores españoles sobre la Hispania Romana, o los reinos cristianos del norte, en comparación con la escueta producción sobre los más de ocho siglos de civilización hispanomusulmana.
A veces hay que romper esa inercia y ponerse manos a la obra para acabar con ciertos prejuicios que van anclándose en nuestra memoria colectiva sin que nos demos cuenta. De cómo Córdoba llegó a ser esa ciudad tan importante, del legado que dejó y su trascendencia trataremos a continuación.
En el barrio granadino del Realejo nos encontramos con uno de los principales monumentos andalusíes de la ciudad: el Cuarto Real de Santo Domingo. Vamos a conocerlo de la mano de las fotografías de Rafael Galán.
Seguimos con Rafael Galán y sus fotografías recorriendo la Córdoba andalusí, y una parada obligatoria es la ciudad palatina de Madinat al-Zahra´, nombre castellanizado como Medina Azahara.
En el bajo valle del Guadalfeo, a escasos kilómetros del litoral granadino, se encuentra el pueblo de Vélez de Benaudalla, que cuenta entre su patrimonio histórico con un singular jardín-huerta de origen andalusí, denominado turísticamente el Jardín Nazarí oJardín de los Sentidos, y también el Generalife Chico.