Por Germán Cano López

Recientemente en un viaje a Santiago de Compostela, al visitar las salas del Museo de la Catedral, donde se exhiben piezas del maestro Mateo, vi expuestas unas placas de granito con decoración de lazos de cuatro y estrellas de ocho puntas, una de ellas con restos de policromía. La cartela indicaba: Ca. 1200-1225, del taller del maestro Mateo (figuras 1, 2 y 3). Al principio me extrañó que en la catedral de Santiago se hubiera utilizado una de las combinaciones decorativas más emblemáticas del arte hispanomusulmán.

Figura 1. Placa de la Catedral de Santiago [Foto: Germán Cano]

Figura 2 Placa de la Catedral de Santiago [Foto: Germán Cano]

Figura 3 Placa de la Catedral de Santiago (detalle de fig. 2) [Foto: Germán Cano]

Es un hecho reconocido que el origen de la estrella de ocho puntas está en la mitología tartésica. Esquemas geométricos con estrellas de ocho puntas también fueron posteriormente utilizados por los romanos, como vemos en el yacimiento romano de Torre-La Cruz de Villajoyosa (figura 4). [1]

Los pueblos árabes asimilaron esta representación de estrellas en la arquitectura y la difundieron por Oriente, en todo el Magreb, en el arte hispanomusulmán de Al-Andalus y en el mudéjar de los reinos cristianos, incluso a partir de 1492 se extendió a los nuevos territorios de América.

Entre los siglos VIII y XV asistimos a la coexistencia de dos culturas diferentes. Las élites cristianas no tuvieron problema alguno en aceptar muchos elementos de la cultura musulmana, siendo muy normal ver arquitecturas y decoraciones mudéjares en Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura o Madrid, pero no es frecuente encontrar a 360 km al norte de la línea divisoria del río Duero el tipo de placas decoradas, como las que se encuentran en el Museo de la Catedral de Santiago, e incluso que hubieran sido utilizadas en uno de los símbolos más importantes de la cristiandad, la catedral compostelana (ca.1075-1128).

Sí existen algunos casos de equiparación cultural, con decoraciones puramente hispanomusulmanas, en Burgos: «(…) La capilla de Santiago del monasterio de Las Huelgas, construida en torno a 1270, es contemporánea de las primeras obras de la Alhambra de Granada.  La organización de la puerta de acceso está compuesta por un arco túmido (árabe), que apoya en columnas de fuste monolítico y capiteles califales de ‘avispero’ con caulículos recubiertos de ataurique, exactamente iguales a los utilizados durante el califato de Abd-er Rahman III en Madina al-Zahra (Córdoba) (…)» [2]

Otro caso sería el monasterio cisterciense de San Andrés de Arroyo (ca. 1181) de Palencia, donde hay varias piezas entre las que destaca una celosía de piedra del claustro,  interpretada y labrada con una geometría exquisita, que imita a formas nazaríes (figura 5). [3]

Otro ejemplo lo tenemos (éste, de arte mudéjar) en una preciosa decoración de lazo con estrellas de ocho puntas (figura 6) de un magnifico templo, la Iglesia de la Virgen de Tobed en Zaragoza. En la última restauración se descubrió una inscripción en caracteres góticos referente al maestro Muhammad Qalahori como autor de la primitiva decoración. [4]

Pero volviendo a las placas de granito del Museo de la Catedral de Santiago, había varios interrogantes que sería interesante averiguar: ¿quiénes fueron y de dónde vinieron los canteros que tallaron estas magníficas placas decoradas al más puro estilo hispanomusulmán?

Para ampliar la información me puse en contacto con el director del Museo de  la Catedral de Santiago, Ramón Yzquierdo Peiró, y él me facilitó dos textos del profesor Ramón José Yzquierdo Perrín, catedrático de la Universidad de La Coruña, donde se lee:

«(…) La utilización de elementos de origen islámico en la arquitectura gallega se constata ya en los finales del siglo IX o primeros del X en obras pertenecientes al arte prerrománico asturiano, lógicamente en el arte de repoblación del siglo X, los influjos de al-Andalus  son más frecuentes y determinantes en muchas iglesias. En la Baja Edad Media los contactos entre el arte islámico y el románico resultan sobradamente conocidos, en los últimos siglos medievales, es cuando los motivos de origen islámico adquieren mayor desarrollo y difusión en Galicia, sobre todo en piezas cuyos autores se relacionan con el Maestro Mateo y su taller, destacan en especial paneles con estrellas de ocho y lazos, que alcanzaron una importante difusión.» [5]

El profesor Yzquierdo Perrín aporta una aclaración a la hipótesis del profesor Chamoso Lamas, que opinaba que esta decoración de estrellas de ocho puntas y lazos de cuatro provenía de la Aljafería de Zaragoza: [6]

«Las estrellas de ocho puntas y lazos de cuatro que existen en Galicia no parece que provengan de la Aljafería de Zaragoza a través del maestro Mateo, es necesario buscarle otra posible vía de penetración y ésta probablemente tenga su origen en Córdoba. En la antigua capital del califato se utilizaron las citadas estrellas y lazos en la rica decoración del palacio de Madinat al-Zahra.»  [7]

Estos estudios aportan una buena información a los interrogantes sobre el origen de estas placas, pero también hay otra importante referencia, que las placas de la Catedral de Santiago tienen un alto grado de asimilación decorativa, yo diría que gemela, a la que existe en las yeserías de varios espacios de los palacios nazaríes de la Alhambra como son la puerta de entrada al Mexuar (ca. 1314) (figuras 7 y 8) y el Patio de los Leones (ca. 1365) (figura 9).

Figura 7. Yesería en la entrada al Mexuar, Alhambra (Granada) [Foto: Germán Cano]

Figura 8. Detalle de la yesería de fig. 7.

Figura 9. Yesería en el Patio de los Leones, Alhambra (Granada) [Foto: Germán Cano]

Todas estas placas, las de la Catedral de Santiago y las de la Alhambra de Granada (a pesar de estar construidas con más de un siglo de diferencia), están diseñadas con un mismo patrón de trazado geométrico, generado a partir del entrecruzamiento de lazos  y estrellas de ocho puntas. [8] La intersección de los lazos que forman la estrella crea un espacio cuadrado, en cuyo interior se inscribe una flor cóncava. Esta decoración de flores en las placas de la Catedral de Santiago (figuras 1, 2 y 3), son diferentes entre sí, se alternan flores de cuatro y de ocho pétalos. Algunas tienen pequeños pétalos segmentados que forman una corola uniforme.

En la Alhambra, en la decoración de una yesería (original, un tanto deteriorada) situada en la puerta de entrada al Mexuar (ca. 1314) (figuras 7 y 8), el lazo se forma con una sola línea y la intersección de estas líneas forma la estrella de ocho puntas. En el interior las flores son diferentes, algunas de ellas son cóncavas de ocho pétalos y otras presentan un nuevo diseño de entrecruzamiento de lazos, que a su vez forman interiormente pequeñas estrellas de a ocho.

La decoración del Patio de los Leones (figura 9) no es una yesería original, está reconstruida en el siglo XIX. Este friso está situado en el ala oeste (en una amplia pared del corredor occidental, delante de la Sala de los Mocárabes). Es un diseño también de una sola línea, cuyo trazado de estrella de ocho puntas y flor cóncava interior de ocho pétalos es igual al de la figura 7.

«(…) Con el final de la Edad Media los motivos ornamentales de ascendencia islámica desaparecen del arte compostelano y solo reaparecen de manera esporádica en algunas obras correspondientes a diferentes épocas. Quizá la más sorprendente realización de este tipo sean los renacentistas artesonados del Colegio de Fonseca, fechables hacía mediados del siglo XVI, son unas techumbres de inspiración mudéjar, poco habitual en Galicia (…) sistema de revestimiento tradicional de la arquitectura toledana (…). Su realización debió de ser confiada a un taller de alarifes llegados de aquellas tierras.» [9]

Por todos estos ejemplos, vemos que la asimilación del arte hispanomusulmán también se produce en Galicia en los siglos XII y XIII y que los artistas (canteros) y alarifes que labraron las placas de la Catedral de Santiago se basaron en modelos decorativos hispanomusulmanes y que, con mucha probabilidad, su origen era Córdoba, capital del Califato.

[1] PAVÓN MALDONADO, Basilio (2014). Decoración preislámica de los yacimientos romanos de Illici, Villajoyosa y Lucentum. [En línea: http://www.basiliopavonmaldonado.es/Documentos/alacant.pdf]

[2] VALDÉS FERNÁNDEZ, Manuel (2006). «La arquitectura mudéjar y los sistemas constructivos en los reinos de León y Castilla en torno a 1200». En LACARRA DUCAY, María del Carmen (coord.). Arte mudéjar en Aragón, León, Castilla, Extremadura y Andalucía. Zaragoza: Institución Fernando el Católico (CSIC), Colección Actas, pp. 65-110. [En línea: https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=329234&orden=208&info=open_link_libro]

[3]  LAVADO PARADINAS, Pedro (2006). «Artes decorativas mudéjares en Castilla y León». En LACARRA DUCAY, María del Carmen (coord.). Arte mudéjar en Aragón, León, Castilla, Extremadura y Andalucía. Zaragoza: Institución Fernando el Católico (CSIC), Colección Actas, pp. 65-110. [En línea: https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=329234&orden=208&info=open_link_libro]

[4]  TOLOSA, José Antonio. «Iglesia de la Virgen (Tobed)». En Un recorrido por el arte mudéjar aragonés. [En línea: http://www.aragonmudejar.com/calatayud/tobed/tobed01.html]

[5] YZQUIERDO PERRÍN, Ramón (1997). «Rasgos islámicos del arte compostelano». En Santiago – Al-Andalus, diálogos artísticos para un milenio. Santiago de Compostela: Biblioteca Xeral – Colegio Fonseca, 1997, pág. 423.

[6] CHAMOSO LAMAS, Manuel (1973). Galice Romane. Auxerre: Zodiaque, pp. 399 y 400.

[7] YZQUIERDO PERRÍN, Ramón (1986). «La decoración de estrellas de ocho puntas en el arte medieval gallego». Tuy. Museo y Archivo Histórico Diocesano, 4, pp. 137-167. En nota sobre Basilio Pavón Maldonado «El arte…en su decoración geométrica», p. 53.

[8] «Weaving Octagrams Into Geometric Pattern ✴ ( How To )». YouTube. [En línea: https://www.youtube.com/watch?v=Ri_7qp-QqN8]

[9] YZQUIERDO PERRÍN, Ramón (1997), op. cit., pág. 439.