
Texto de Alejandro Pérez Ordóñez
Fotografías de © Rafael Galán García
Viajamos de nuevo hasta Almería para conocer una obra hidráulica andalusí: los Aljibes Árabes de Jairán.


La Almería andalusí contó con una red hidráulica de abastecimiento de la población, de la que formaron parte los llamados aljibes de Jairán, datados en la primera mitad del siglo XI. Estos depósitos se conocen así por el nombre del rey taifa que, según al-Himyari, ordenó su construcción, quien reinó entre los años 1012 y 1028. Sin embargo, al-Udri afirma que el constructor fue su sucesor Zuhair (1028-1038), de modo que probablemente este completó la obra comenzada por Jairán.


Almería se había asentado en un lugar sin aguas corrientes, de modo que el líquido elemento debía ser traído hasta la ciudad para permitir el abastecimiento de una población de cierta entidad y la creación de un cinturón agrícola irrigado, que de otro modo no serían posibles pues los aportes de los pozos practicados en el espacio urbano y su entorno inmediato eran deficitarios. La captación de aguas se hacía en las fuentes de Alhadra, ubicadas fuera de la medina almeriense, en el margen derecho del curso bajo del río Andarax. Se trata de la fuente Redonda y la fuente Larga, asociadas a sendos qanat o sistemas subterráneos de captación y conducción de aguas, con lumbreras cada 25 ó 30 metros, hasta un total de 600 metros de desarrollo la primera y 200 metros la segunda.


Desde Alhadra partían dos acequias de riego de las huertas colindantes, y una tercera conducción, en este caso subterránea (qanat), de unos 6.400 metros permitía al líquido llegar a la ciudad por la Puerta de Pechina, junto al arrabal de al-Musalla, lugar actualmente ocupado por la Plaza de la Puerta de Purchena. Cerca de aquí estaban los aljibes, de los cuales se conservan tres naves en la calle Tenor Iribarne, antiguamente llamada calle de los Aljibes. Las tres naves están comunicadas entre sí y presentan bóvedas de medio cañón sostenidas por arcos fajones y pilares, todo ello en ladrillo.


Los aljibes podían almacenar 630.000 litros de agua, cantidad que permitía abastecer a la Almería del siglo XI, que contaría con unos 30.000 habitantes. La red fue ampliada bajo la dinastía de los Banu Sumadih (1044-1091), llegando hasta la mezquita aljama con una nueva canalización.


En la actualidad los aljibes son la sede de una peña flamenca que ocupa este espacio desde 1968. El Ayuntamiento de Almería ha rehabilitado la construcción y la destina además a acoger exposiciones y actos culturales. Se pueden visitar de forma gratuita de martes a domingo.
Creo que la última vez que estuve en Almería (me refiero a la capital) fue el siglo pasado, así que habrá que ir pensando en hacer otro viaje; que además de estos aljibes ni había oído hablar. Espero que perdones mi ignorancia…
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Almería siempre merece la pena, capital y provincia: ¡qué menos que un viaje por siglo!, jajaja.
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