Queridos amigos y seguidores, es un placer anunciar el I Encuentro Blogger «Al-Andalus en Red», que permitirá reunir a varios especialistas dedicados a la difusión de temáticas andalusíes en Internet y sus seguidores. Se celebrará en Ceuta los próximos días 13 al 15 de abril de 2018.
El monumento más representativo de la ciudad de Almería, conjunto arquitectónico que domina el paisaje urbano de la ciudad, es sin duda su Alcazaba. Dicho conjunto es la suma de numerosas transformaciones que han dejado su huella a lo largo de su dilatada historia, que comienza el año 955 con su fundación por ‘Abd al-Rahman III. Haremos un breve recorrido por los aspectos más destacados de esta fortaleza andalusí acompañados por las fotografías de Rafael Galán.
Texto y fotografías de Rafael Jiménez Álvarez, Profesor de Geografía e Historia
Introducción
Se podría decir que las ciudades son como los seres vivos, o como las civilizaciones, porque nacen, crecen, llegan a su plenitud y luego decaen. Córdoba tuvo su edad dorada en el siglo X, en plena época islámica, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes del mundo. Entonces fue ejemplo a imitar por otros muchos reinos y ciudades, así como foco de atracción para quiénes querían conocer lo más excelso del conocimiento, la ciencia, el arte y la cultura.
Esta afirmación no está sustentada en el chovinismo o amor a lo local. Son numerosos los personajes de importancia, claramente neutrales, que han puesto de manifiesto la importancia de Córdoba en dicha época. El historiador estadounidense Stanley G. Payne nos dice que “En dimensiones, servicios, cultura y economía, la Córdoba del califato no tenía rivales en Europa occidental, y en Oriente solo Constantinopla podía parangonársele”. En la misma línea se manifiesta un personaje que vivió en aquella época, la monja alemana Roswita von Ganderheim que decía de Córdoba: “Joya brillante del mundo, ciudad nueva y magnífica, orgullosa de su fuerza, celebrada por sus delicias, resplandeciente por la plena posesión de todos los bienes”. Ya en el siglo IX, dentro de lo que podemos considerar el bando cristiano de la época, su papel tampoco queda menoscabado como lo ponen de manifiesto las siguientes palabras del mártir cristiano Eulogio: “Córdoba, en otro tiempo patricia, es hoy bajo las riendas de Abd al-Rahman la floreciente capital del reino árabe, exaltada hasta la cumbre misma de la gloria. La ha sublimado con honores y ha extendido su fama por doquier, la ha enriquecido sobremanera y la ha convertido en un paraíso terrenal”.
Las ciudades importantes irradian su influencia tanto por su forma, es decir, su extensión o la prestancia de sus edificios, como por las actividades que llevan a cabo quienes la habitan. A menudo han sido autores extranjeros los que han hecho hincapié en la importancia de la Córdoba islámica, mientras que muchos historiadores españoles la han minusvalorado, cuando no han tratado a la civilización hispanomusulmana como una especie de postizo; de paréntesis; de algo que no es nuestro. Baste hojear cualquier libro de texto de historia de España para comprobar que se habla de la conquista romana o del reino visigodo pasando de puntillas sobre la palabra invasión, que sin embargo es la más utilizada para referirse a los musulmanes. O constatar la abundante bibliografía de autores españoles sobre la Hispania Romana, o los reinos cristianos del norte, en comparación con la escueta producción sobre los más de ocho siglos de civilización hispanomusulmana.
A veces hay que romper esa inercia y ponerse manos a la obra para acabar con ciertos prejuicios que van anclándose en nuestra memoria colectiva sin que nos demos cuenta. De cómo Córdoba llegó a ser esa ciudad tan importante, del legado que dejó y su trascendencia trataremos a continuación.
Alcalá la Real es un municipio de la Sierra Sur de Jaén pero muy próximo a la capital granadina. Con una estratégica ubicación geográfica, destacó históricamente por su importante papel en la frontera entre los territorios cristianos y al-Andalus en tiempos del Reino Nazarí de Granada. La Alcalá andalusí se ubicaba dentro del recinto amurallado que hoy corona el cerro llamado La Mota, en la parte alta de la actual ciudad, formando un despoblado arqueológico y monumental que vamos a recorrer, dentro de nuestra serie Viaje por al-Andalus, con el arqueólogo Alejandro Pérez Ordóñez y el fotógrafo Rafael Galán García. ¡Acompáñenos!
Recientemente en un viaje a Santiago de Compostela, al visitar las salas del Museo de la Catedral, donde se exhiben piezas del maestro Mateo, vi expuestas unas placas de granito con decoración de lazos de cuatro y estrellas de ocho puntas, una de ellas con restos de policromía. La cartela indicaba: Ca. 1200-1225, del taller del maestroMateo (figuras 1, 2 y 3). Al principio me extrañó que en la catedral de Santiago se hubiera utilizado una de las combinaciones decorativas más emblemáticas del arte hispanomusulmán.
Figura 1. Placa de la Catedral de Santiago [Foto: Germán Cano]
Figura 2 Placa de la Catedral de Santiago [Foto: Germán Cano]
Figura 3 Placa de la Catedral de Santiago (detalle de fig. 2) [Foto: Germán Cano]
El municipio de Benahavís se sitúa en el piedemonte costero de la Serranía de Ronda, formando parte de la gran conurbación turística de la Costa del Sol, en el Occidente malagueño. Su término municipal incluye una gran extensión del macizo de Sierra Bermeja, enorme afloramiento de un tipo de rocas llamadas peridotitas de las cuales es uno de los mejores exponentes a nivel mundial, con unos singulares valores ecológicos que la convierten en candidata a ser declarada Parque Nacional, como viene defendiendo una plataforma científica y ciudadana desde hace una década. También presenta diversos yacimientos arqueológicos, entre ellos varias alquerías andalusíes (en esta página ya presentamos la de La Romera) y sobre todo el Castillo de Montemayor, que recorremos hoy, como siempre de la mano del arqueólogo Alejandro Pérez Ordóñez y el fotógrafo Rafael Galán García.
En la zona suroccidental de la provincia de Málaga, entre la Serranía de Ronda y la Costa del Sol, se encuentra el actual municipio de Benahavís. Su término, próximo al mar, es muy amplio y montañoso, y aunque parcialmente amenazado por el expansionismo urbanista de la gran conurbación turística malagueña, es rico en paisajes y lugares del mayor valor ecológico, formando parte del macizo montañoso de Sierra Bermeja, y asimismo posee numerosos yacimientos de diversas épocas históricas, entre ellas la andalusí. Hoy, Rafael Galán García y Alejandro Pérez Ordóñez se desplazan hasta una de las alquerías andalusíes que existieron en este territorio, que identificamos sobre todo por los restos de la Torre de la Romera.
Uno de los elementos singulares que se concentran en el área monumental cordobesa próxima a la mezquita Omeya y el puente sobre el Guadalquivir es una gran noria o rueda hidráulica, integrante de los restos del Molino de la Albolafia, de origen medieval, junto a varios más que se sitúan en esta zona del cauce fluvial, en los llamados Sotos de la Albolafia. La imagen de la noria es tan icónica que incluso forma parte del escudo de la ciudad de Córdoba.
Tarifa (Cádiz) ocupa un lugar destacado en la historia de al-Andalus por su situación en el Estrecho de Gibraltar, por donde en 711 se produjo la llegada de tropas musulmanas a la península Ibérica. En otra entrada hemos mostrado las murallas de esta ciudad, la más meridional de Europa, y hoy conoceremos la principal fortaleza tarifeña, conocida como Castillo de Guzmán el Bueno. Como siempre, gracias a las fotografías de Rafael Galán.
Hoy nos detenemos en Ronda (Málaga) frente a este alminar, que fue utilizado como campanario de la desaparecida iglesia de San Sebastián. El objetivo de Rafael Galán nos permite apreciar algunos detalles de esta construcción.